1. Su apodo era muy peculiar
Sus padres, familiares y amigos más cercanos lo llamaban por su peculiar apodo: Nabulio.
2. Padecía ailurofobia
Este dato es bastante popular y bien conocido por todos. Napoleón sufría
de una fobia muy peculiar: la ailurofobia, es decir la fobia a los
gatos.
3. El mito de su altura
Existe el mito expandido de que Napoleón era muy bajo de estatura, sin
embargo, en realidad medía 1,70 cm, la altura promedio de la época.
4. Su gran compañía
Napoleón tenía la costumbre de posar siempre acompañado de los más
grandes, altos y robustos soldados de sus filas. Quizá también por esto
es que ha habido tanta confusión con su verdadera altura.
5. Hizo ilegal darle su nombre a un cerdo
Y lo es hasta el día de hoy. Llamar Napoleón a un cerdo es ilegal en
Francia. De hecho, en la edición francesa de la célebre Rebelión en la
granja, del grandísimo George Orwell, el cerdo Napoleón es llamado César
y no como Orwell realmente lo llamó.
6. Le gustaba medir su popularidad de forma muy curiosa
Según se cuenta, ocasionalmente, Napoleón se vestía con atuendos simples
o de gente pobre y salía a caminar por las calles. Deambulaba por
París, visitaba tiendas y hablaba con personas de la calle para ver si
lo reconocían y así medir su popularidad.
7. Le cambió el nombre a su esposa
La esposa de Napoleón se llamaba Marie Josephe Rose Tascher de la
Pagerie. Para muchos un nombre largo pero hermoso, sin dudas. Pero para
nuestro querido protagonista no lo fue, quien decidió cambiarle el
nombre a Joséphine de Beauharnais.
8. Su hijastra se casó con su hermano
Joséphine de Beauharnais tenía dos pequeñas hijas de un matrimonio
previo. Luego de casarse con Napoleón, este solicitó que una de ellas se
casara con su hermano y así fue.
9. Era en parte supersticioso y en parte un romántico
Napoleón estaba convencido de que su amada Joséphine le traía buena
suerte, por eso, cada batalla a la que iba, llevaba consigo un pequeño
retrato de su esposa colgado.
10. Estas fueron las últimas palabras de Napoléon:
“Francia. Ejército. Líder del ejército. Joséphine.”
11. Los primeros alimentos enlatados de la historia
El ejército de Napoleón fue el primero en llevar alimentos enlatados a la guerra.
12. Tenía otra fobia súper extraña
Según se menciona en numerosos escritos, Napoleón también tenía una
rarísima fobia a que las puertas estuvieran abiertas. Cuando estaba en
una habitación, siempre cerraba todas las puertas y cualquiera que
entrara a la habitación en la que Napoleón se encontraba, debía hacerlo
mediante una apertura lo más pequeña posible y cerrar de inmediato. De
lo contrario, el señor Bonaparte enloquecía.
13. Rápido y callado
Otro dato curioso sobre la extravagante personalidad del gran Napoleón
es que creía que mientras se comía, debía haber silencio absoluto y
mucha rapidez.
14. Su comida favorita
La comida favorita de Napoleón era el pollo al horno con papas y cebolla.
15. Dormir es para los débiles
Numerosos historiadores coinciden en que Napoleón era un adicto al
trabajo. De hecho, se tienen registros que dicen que dormía no más de 4
horas por día.
16. Aún en pie
¿Sabías que el creó la frase "una
imagen vale más que mil palabras"?
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